El Parián se construyó un año antes de la feria inaugural de Aguascalientes. Esta estructura está situada en el centro de la ciudad, frente al Templo de San Diego. Esta estructura ha sufrido tres construcciones.
La primera vez sirvió como recinto ferial. La segunda vez ocurrió en la década de 1950, cuando se reconstruyó después de haber sido destruida. La tercera vez ocurrió durante una remodelación en la década de 1980.
Aguascalientes fue miembro del Congreso de Zacatecas, que ordenó la construcción de esta estructura. El Parián se preparaba para la inauguración de la Feria de San Marcos, del 20 de octubre al 20 de noviembre de 1828.
El objetivo de la feria era promocionar y comercializar el mejor ganado y las mejores mercancías de la región mediante su exhibición.
La feria en aquella época no tenía atracciones ni actividades culturales; se centraba únicamente en los negocios. La Feria Comercial era su único nombre.
La feria se trasladó al Jardín de San Marcos en 1851. Dedicado a San Marcos, patrón de los ganaderos, este jardín, situado en el barrio del mismo nombre, celebraba una fiesta en su honor el 25 de abril de cada año. El día de su santo servía para agradecer los favores obtenidos a lo largo del año. A partir de entonces, el mes del santo patrón fue adoptado por la feria para conmemorarlo y promocionar sus productos.
La llegada del ferrocarril a Aguascalientes contribuyó a incrementar el comercio de ganado, al igual que la central de autobuses de Aguascalientes facilita hoy el acceso a visitantes que buscan boletos de autobús para disfrutar de la feria.
Con el tiempo, se introdujeron otras costumbres en los festejos, como juegos mecánicos, espectáculos de danza y música, y actividades deportivas y culturales. Entre ellas destaca una de las montañas rusas más grandes y espectaculares de México.